¡Ay México!
¡Ay México, cuanto me duelen tus campos!
De marchitos trigos y de secos pastos.
De bosques mutilados y de selvas invadidas,
de tierras desoladas y lagos ya sin vida. .
¡Ay México, cuanto me duele el hambre de tus niños!
Criaturas inocentes que viven de tortilla y sal,
explotados en los campos, hacinados en jacal.
De sonrisas olvidadas y que juegan a olvidar.
¡Ay México, cuanto me duele la ignorancia de tus jovenes!
que en la escuela aprenden el arte de no hacer nada.
Que viven en sueños y falsa ilusión,
que pierden el tiempo sin una ambición.
¡Ay México, cuanto me duele la sangre de tus hijos!
el olor a muerte se respira en cualquier lado.
La violencia reina y se burla de la ley,
el gobierno calla lo que todos pueden ver.
¡Ay México, cuanto me duelen tus ineptos gobernantes!
politicos enriquecidos ambiciosos de poder,
que regalan mil promesas y nada saben hacer.
¡Ay México, cuanto me duele tu dolor!
Carlos Eduardo Lamas Cardoso.
Derechos reservados registro ante INDAUTOR de la SEP.
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